Después de que el presidente Biden firmara una orden ejecutiva para endurecer las entradas en la frontera de los EE. UU., los grupos de defensa de inmigrantes en Los Ángeles advierten que la nueva política perjudicaría a los migrantes sin reducir efectivamente el número de personas que cruzan al país.
Poco después de que Biden hiciera el anuncio el martes por la mañana, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) dijo que planeaba demandar a la administración Biden, diciendo que la nueva orden ejecutiva “restringirá severamente el derecho legal de las personas a solicitar asilo” y pondrá “decenas de miles de vidas en riesgo”.
“Era ilegal cuando Trump lo hizo, y no es menos ilegal ahora”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, en un comunicado. “Tenemos la intención de impugnar esto en los tribunales”.
La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) también expresó la misma preocupación, mostrando inquietud por aquellos que serán detenidos en la frontera.
“Podríamos ver a muchas personas llegar a la frontera y verse obligadas a esperar en condiciones difíciles”, dijo Carl Berquist de CHIRLA. “También podríamos ver que no lleguen a la frontera y esperen en otro lugar en condiciones aún más peligrosas”. Otra preocupación es que con la frontera cerrada, aumentará el número de personas que cruzan ilegalmente.
“No va a cambiar el hecho de que [los migrantes] estarán allí esperando y tratando de conseguir una cita bajo el acto CBP One, o simplemente cruzando sin permiso”, dijo Gustavo Mora, un abogado de inmigración.
La nueva medida del presidente Biden entra en vigor de inmediato porque la nueva política se activa cuando las detenciones por entrada ilegal alcanzan las 2,500. Aproximadamente 4,000 personas ya están entrando a los EE. UU. cada día. Fue un cambio de política importante en un tema crítico en un año electoral que expuso a Biden a las críticas republicanas por un aumento sin precedentes de nuevas llegadas en un año electoral.
